lunes, 19 de mayo de 2008

Cuando truena

En las afueras de la estación, tres hombres caminan hacia descampado. Les vio de lejos y se escondió en un viejo vagón en vía muerta al que le había crecido maleza en las ruedas. Una rendija cómplice le permitió distinguir dos guerreras y una camisilla blanca. De cerca vio tres rostros que nunca olvidaría. Tembló. Sin tiempo de tomar decisión alguna, rugieron los fusiles. El furgón sirvió de caja de resonancia y sintió que el trueno le reducía a polvo de óxido. El viento alejó las descargas en ecos precipitados. Al poco regresaron los hombres uniformados. Volvió a temblar, de rabia.


Muchos años después, lejos de aquella estación, el azar le cruzó con uno de aquellos sujetos. “Yo te conozco”. Recibió un gesto perplejo. “¿De qué?” Llovía, y las gotas dibujaban sus arrugas. “Yo te conozco”, sentenció. Y se fue.


Al borde de los cien años, en los días de tormenta, aún escucha cómo siguen viajando las salvas que denuncian, para la eternidad, el asesinato. Todos los asesinatos.

(Basado en hechos reales)

6 comentarios:

Teresa dijo...

Vivimos con miedo.
Un miedo que aulla en nuestro espinazo
Nos acongoja el alma y nos estruja el corazón con un puño de opresión social.

Tristemente, creo que estos tiempos volverán. Es un ciclo histórico ¿no? Todo irremediablemente nos aboca al abismo.

manzacosas dijo...

Hola. No estoy con BIPO. Creo que esas barabaridades no volverán, y que estamos avanzando en civilización. ahora bien, pra ello es necesario hablar del tema, escribir y trasladar que todas las guerras han sido un atraso, que están y han estado movidas por intereses económicos y egoístas; es necesario transmtir eso a las nuevas generaciones, y hay que hablar de todo, y acordarse de todo, incluída nuestra guerra civil, o sea aquella estúpida rebelión militar que solo sirvió para encumbar a un hombre en el poder.. Lamentable.

Teresa dijo...

Manzacosas si te doy la razón, pero no tienes en cuenta que el hombre por muy racional que parezca es irracional y no aprende de sus errores.

Creo que al ser humano está todavía a muchísimos años luz de llegar a un estado de inteligencia empática total. Es una definición que no consta más que en mi cabeza

Pablo Méndez dijo...

No volverán, o por lo menos nos queda esa esperanza. Pero hay tantos lugares en el mundo donde esto sigue siendo una realidad que no debemos olvidarnos de la barbarie. Gracias a los dos por vuestros comentarios.

Teresa dijo...

Como no quites el cartel, nos va a llover todo el verano

Caelio dijo...

Hola Pablo.

Es importante hablar de ello y no ocultarlo. Sí, es importante. Pero tan importante es contarlo todo como fue, sin prejuicios políticos de ninguna clase, limpio de polvo y paja, sin contaminaciones ni estridencias interesadas.

Sé que es difícil llevar a cabo esa labor. Muchos episodios como éste que narras forman parte del secreto familiar que se transmite de generación en generación como si de una leyenda se tratara.

En mi familia hay episodios similares y gracias a la cultura del castigo forman parte de nuestro patrimonio.

Saludos

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